Macri anunció la reactivación del soterramiento del Sarmiento

En el acto en Haedo estuvieron Vidal y el intendente Tagliaferro. Participó también el primer ministro de Italia, Matteo Renzi. Detalles del anuncio. ¿Y la Argentina?

El presidente Mauricio Macri, en el distrito gobernado por el intendente Ramiro Tagliaferro, se comprometió a reactivar las obras del soterramiento del tren Sarmiento. El Acto tuvo lugar en Haedo, junto al primer ministro de Italia, Matteo Renzi, la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Transporte de Nación, Guillermo Dietrich.

Los funcionarios recorrieron el predio donde se reiniciarán los trabajos para el soterramiento del tramo que une las estaciones de Haedo y Once. La importancia de la presencia de Renzi radica en que una de las empresas que tomarán parte del soterramiento es la italiana Ghella, que junto a otras de origen local llevarán adelante la obra, con una inversión de tres mil millones de dólares.

“Es una obra que cambia la forma en que se conecta el oeste con la Capital Federal, que mejora la calidad de vida de cientos de miles de personas que viajan todos los días y garantiza una mejor circulación y seguridad en el tránsito. La frecuencia se reducirá de diez a tres minutos”, señaló el ministro de Transporte.

«Cinco años es el tiempo de la obra completa, el tramo es Haedo-Capital Federal y estamos viendo si incorporamos en esta primera etapa Morón y Castelar que sería algo muy importante», destacó. Sobre si el soterramiento afectará a los usuarios de esa línea ferroviaria, Dietrich informó: «No los va a afectar en lo más mínimo, una de las cosas más positivas es que no afecta el servicio del Sarmiento y que las interferencias que tendrá en superficie por el sistema de construcción serán muy reducidas».

OBRA DEMORADA

El proyecto que parte de la estación Once comenzó a tomar forma en el 2000 con el entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, y en agosto de 2001 la Ciudad elevó al gobierno nacional los pliegos de la licitación para realizar el tramo parcial.

Se hablaba de construir 5.600 metros de túnel para eliminar 21 barreras, a un costo de 84 millones de dólares, y después vendría otro proyecto que preveía la extensión hasta la General Paz.

Pasó un lustro hasta que Néstor Kirchner retomó los planes, en febrero de 2006, y se realizó un llamado a licitación por trabajos en los que se iban a invertir de entrada unos 500 millones de dólares y que durarían cuatro años. La meta era aumentar la capacidad de transporte en un 40% para las fechas del Bicentenario.

El entonces secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en 2007 prometió llevar el soterramiento de vías hasta Moreno para eliminar 52 barreras, y al año siguiente se llegó a adjudicar las obras a un consorcio trinacional (argentino, brasileño, italiano). Pero no se llegó a firmar el contrato por los aumentos de costos.

Cuando terminaba 2008, la presidenta Cristina Fernández mantenía la fe y aseguraba que sería “la obra estructural más importante que se vaya a hacer en Capital Federal”.

Jaime se fue en julio de 2009 y en mayo de 2010 el financiamiento seguía sin aparecer, pero el gobierno asignó al consorcio constructor un aporte simbólico de 5 millones de dólares, para avanzar con los estudios de ingeniería, de suelo y ambientales.

Pasó esa primavera y en la siguiente arribó al país un equipo que parecía materializar los anhelos tantas veces postergados: una inmensa máquina tuneladora de origen alemán desembarcaba en el puerto (a un costo de casi 40 millones de euros), como promesa de trabajos que, sin embargo, una vez más no comenzaron.

Cuando Florencio Randazzo tomó las riendas del proyecto, a mediados de 2012, anunció en Haedo los trabajos de la tuneladora bautizada “Argentina”, pero la excavación nunca arrancó. Después del accidente de Once hubo cambio de planes. El soterramiento ya no figuró en el Presupuesto 2013.